Estos últimos días Eva
anda entusiasmada con un programa de la BBC que acaba de descubrir justamente
en una de sus clases. El show se llama “I've never seen Star Wars”, que para
aquellos que no están familiarizados con el inglés se podría traducir como “Yo
no he visto jamás Star Wars”. El programa emitió 8 capítulos en el 2009 y un especial
en el 2011. El planteamiento es aparentemente muy sencillo. Consiste
básicamente en coger a una celebridad local y proponerle hacer cosas que jamás
ha hecho en su vida y que probablemente no habría hecho nunca de no haber
intervenido en el show. Los invitados son de todo tipo y condición. Hay periodistas,
actores, humoristas, escritores, etc. El tono del programa es en general amable
y de muy buen rollo. El invitado charla con el conductor del programa en un
tono distendido sobre la experiencia que ha supuesto para él hacer algo inédito
en su vida. Las pruebas a que se les somete son tan “terribles” como visionar
un capítulo de Los Simpsons, ver la 1ª parte de El Padrino, subir en
moto, ponerse un piercing, montar un mueble de Ikea, jugar a la lotería, leer Emma de Jane Austen, tomar un café en un Starbucks o escuchar un tema de Dolly
Parton o Sex Pistols. Lo cierto es que, independientemente de ver a algunos
invitados en algún caso pasarlo realmente mal, todo tiene un aire ligero y
divertido. Lo mejor es la complicidad y el juego dialéctico entre presentador e
invitado, teñido de un omnipresente “esto es un entretenimiento, vamos a pasarlo
bien y vamos a hacer que el público lo pase bien con nosotros”. En realidad, me
apuntaba Eva, no es más que una modalidad
humilde y divertida de reality. Pero con mucho ingenio y nada de caspa.
Seguramente en eso radica su enorme éxito. Hay que decir que el programa es
heredero de un formato radiofónico que ya había funcionado muy bien, por lo que
su paso a la televisión venía ya con un rodaje que se lo ponía razonablemente
fácil. Por supuesto, lo encontrarás en Youtube.
Y al hilo de este programa pensaba yo en todo que lo que hemos llegado a hacer en este último año, desde que comenzamos las reformas en el Cottage. Hemos tirado abajo paredes, hemos aprendido a poner yeso y cemento, hemos construido muebles y todo tipo de trastos con madera de palet, etc. Lo último, la puerta que vamos a poner en la entrada de nuestra casa inglesa. Después de cortarla y montarla le dimos barniz tapaporos y dos capas de pintura blanca en spray. Falta dar todavía dos manos de pintura a rodillo y pincel, antes de colocarla.
Para aquellos que sientan la
imperiosa necesidad de hacerse una puerta de jardín “a la inglesa”, en lugar de
comprar una ya hecha en Leroy Merlin o Bauhaus, os paso aquí un link donde te
explican con todo lujo de detalles y paso a paso cómo hacerlo. Si os sentís con ánimo y ganas…
El mensaje de autoayuda es: "Si
quieres hacerlo, hazlo. Y si no sabes hacerlo, inténtalo… pero pide asesoramiento
a un profesional"
Felicitats per aquesta energia que teniu en fer coses!!!Per cert, el Cottage està a Anglaterra o aquí a Catalunya???
ResponEliminaPetonets, guapus!
Hola, Gemma:
EliminaHi ha coses que més val deixar-les a la imaginació. Però ara mateix estem veient a Sherlock Holmes, parlant en català, of course.
Salutacions des de Waterbridge.
-Andy-
Parece realmente interesante, aunque prefiero vuestro leer vuestro trabajo.
ResponEliminaPetó