El Gran Gatsby, por supuesto

Acabo de ver el trailer de la nueva versión que Baz Luhrmann ha hecho sobre  “The Great Gatsby” de F.Scott Fitzgerald. Si pensamos que la novela de Fitzgerald pasa por ser la gran novela norteamericana, el empeño de llevarla de nuevo a la pantalla pone sobre las espaldas de cualquier atrevido una carga brutal. O eso o te lo tomas con una desinhibición irreverente y desacomplejada, rayana en la irresponsabilidad. La película se estrena en Navidad y ni que decir tiene que ha costado una burrada de dólares.

Visto lo visto anoto cuatro cosas.

Luhrmann es un poderoso creador de imágenes, como ya demostró en “Moulin Rouge”, aquella película que parecía el resultado de un flipe tremendo del director y en la que los actores salvaban la función poniendo voluntad y profesionalidad. En “Moulin Rouge”, que se me hizo insoportablemente larga, descubrimos que Nicole Kidman estaba muy guapa y que Ewan McGregor es tan buen actor que puede hacer lo que le echen, hasta cantar los éxitos completos de Elton John. En general los actores estaban muy bien y la banda sonora era una maravilla. La historia que nos contaban, el guión… En fin, dejémoslo estar. Del mismo director recordamos aquella versión irreverente de “Romeo y Julieta”, con menos presupuesto pero igual de ruidosa y vehemente. Luhrmann me recuerda a Ken Russell en sus mejores tiempos. Ken Russell, aquel director inglés que en los 70 era lo más en rupturista y provocador. Y que en los 80 vio cómo su fama se disolvía como azucarillo, el público le daba la espalda y los productores no le dejaban dinero para sus proyectos. Terminó filmando video-clips para algunas estrellonas del pop.

Volviendo a lo que he visto esta mañana en el trailer. Pasta, mucha pasta, y el sello Luhrmann. Gran despliegue visual, tremendos decorados, centenares de extras. Y Leonardo di Caprio luchando denodadamente por demostrar que se ha hecho mayor y que además es un actor más que correcto. Di Caprio con la edad está adquiriendo cierto porte de actor clásico y eso es lo mejor que le puede pasar. Me encantó en “Infiltrados” de Scorsese y desde entonces ha crecido como actor. La actriz que interpreta a Daisy Buchanan hace lo que puede con este personaje romántico, egoísta y un poco idiota. Y seguro que lo hará bien porque el personaje es bastante blandito y con la complejidad de una zanahoria. Tobey Maguire, que interpreta al narrador Nick Carraway, me da la sensación de poner la misma cara de siempre y poco más.

Y hasta aquí puedo decir porque aún no he visto la película, claro. Son, por tanto, impresiones a vuela pluma. Pero...

Pero sí recuerdo perfectamente el “Gatsby” que Jack Clayton dirigió en 1974. Dudo mucho que cuando se rodaba esta versión alguien pensase que con el tiempo se convertiría en un pequeño clásico del cine comercial. La película, sin ser ninguna maravilla, ha ido ganando con el tiempo. Ha adquirido esa pátina de clásico moderno que tan bien le sienta a algunas películas en color (pienso, por ejemplo, en “Memorias de África”, también con Redford). Seguramente la presencia de Robert Redford ha tenido mucho que ver en ello, en ese clasicismo sobrevenido. Redford es de esos actores que acaban haciendo buenas, o mejores, las películas en que aparece. Su imagen icónica como Jay Gatsby se mantiene y forma parte de la cultura popular global. Y esa imagen pesa mucho, Di Caprio lo sabe.

Ahora sólo falta esperar que la nueva versión se estrene para salir de dudas. Deseo fervientemente, de verdad, que sea una buena, una excelente película. Se estrenan demasiados horrores como para que, una vez más, de una maravillosa novela terminen haciendo un petardo.