Porque fue en una de aquellas
tardes de una primavera tardía cuando me dejé la infancia olvidada en la foto
fija de un recuerdo amarillento. Aquellos días serán ya para siempre un camino
bordeado de plataneros al atardecer y el sabor ácido y dulce de las cerezas.
Saps aquella frase que diu "lo bueno, cuanto breve, dos veces bueno" ? Doncs així veig avui el teu post. Senzill, breu i... preciós. Ple d'imatges. Petons, guapa
ResponEliminaHola, Marina:
EliminaEl texto original era algo más extenso, pero pensé que quedaba excesivamente nostálgico y no era cuestión de amargarle el día a nadie. Así que opté por pasar la tijera y podar.
Saludos desde Waterbridge.
-Andy-
Aquellos días, al menos para mí, quedaron bien lejanos.
ResponEliminaPetó
También lo son para mí, no creas. Pero guardo como un tesoro todos esos recuerdos.
EliminaSaludos desde Waterbridge.
-Andy-
Però sempre seran bons records que ens acompanyaran a tot arreu!
ResponEliminaCom m'agrdaen les cireres!
Petons
Las cerezas son la excusa. Saludos desde Waterbridge.
Elimina-Andy-
Preciosas breves palabras!
ResponEliminaMe alegro que lo sepas apreciar. Saludos.
Elimina-Andy-
Muy bonito lo que has escrito. Breve pero muy emotivo. Que paséis buen día.
ResponEliminaGracias, Cósima. Eres muy amable. Saludos.
Elimina-Andy-
Aquesta setmana entre tots farem un homenatge a les cireres. Que bonic el vostre escrit!
ResponEliminaNani
Es que es tiempo de cerezas. Muchas gracias, Nani.
EliminaSaludos desde Waterbridge.
-Andy-