De fresa, limón y menta

Este sábado ha sido especialmente movido. Nos hemos despertado tarde, he salido a pasear tarde con Guix, hemos almorzado tarde... Entre una cosa y otra hemos tenido tiempo de dedicarle un ratín a la tanca de madera que estamos preparando y que debe sustituir a la verja metálica del patio delantero. Hace días que trabajamos en ella. Hoy tocaba lijado y enmasillado, de forma que mañana pueda dar el barniz tapaporos y una primera mano de pintura base. Creo que en pocos días podremos tener la puerta lista para instalar.

Por la tarde hemos quedado con unos amigos. Han pasado unos días en Londres y querían entregarnos unos obsequios. Como no queríamos presentarnos en su casa con las manos vacías by-the-face les hemos preparado unos scones de fresas que han quedado estupendos. Entre otras cosas a Eva le han traído menta y té verde con menta, que es su debilidad. La verdad es que ha sido un detalle muy bonito por su parte que les agradecemos, aunque para nosotros el mejor regalo ha sido comprobar lo enamorados que han regresado de Londres. Ya están hablando de regresar en cuanto tengan la más mínima posibilidad de hacerlo.

Tras unas compras rápidas hemos salido con Guix. Al regresar nos esperaba la cocina. Bien, de hecho me esperaba la cocina: esta noche he cocinado yo. Tortilla de patata, calabacín y zanahoria. Hacía años que no la preparaba y me noto desentrenado, aunque creo que podré coger la forma en pocas semanas. Mientras yo me peleaba con la sartén, Eva preparaba un experimento con lima/limón que pinta muy bien. Por cierto, la tortilla no estaba mal, aunque creo que puedo hacerlo mejor.

En fin, que esta noche dormiré plano. Mañana domingo no sonará el despertador en Alfriston Cottage.