Desde hace unas semanas tenemos casi a diario una invitada en el patio de atrás. Una invitada no autorizada, of course. Una simpática ardilla apareció un buen día haciendo piruetas en las ramas y desde entonces, con permiso de Guix, se pasea por cada rincón de nuestro patio como si estuviese en su casa. Es una suerte que a esas horas Guix sólo piense en salir a pasear por la campiña. Alvin llega temprano, a eso de las 08:00 a.m., y está cosa de media hora más o menos. Hemos tomado la costumbre de dejarle unas nueces en uno de los bancos, un cariñoso soborno que devora feliz con la gracia de un dibujo animado. Sí, hemos decidido llamarla Alvin, como la película. Somos así de originales.
Estos días hemos tenido mucho trajín. Entre las comidas, cenas, aperitivos, compromisos, compras, regalos, etc. hemos podido comprobar cómo los días se caen del calendario casi sin darnos cuenta. Todo pasa tan rápido que apenas queda margen para paladear los momentos agradables cuando se presentan. Y hay que añadirle al vértigo propio de estas fechas el hecho de tener en casa a Alex, el carpintero que nos está echando una mano en las reformas y que ya es casi uno más de la familia. Gracias a él la casa cambia de manera perceptible de un día a otro y eso nos proporciona grandes satisfacciones al comprobar cómo las ideas cobran forma.
Eva ha continuado experimentando con sus panes al horno, ha hecho unas galletas danesas deliciosas, ha fabricado -con resultados aceptables- un jabón en bloque con aromaas de té, ha probado un sencillo sistema de hornear almendras garrapiñadas, etc, etc, etc... Y ayer se pasó el día en la cocina preparando un mousse de turrón con cobertura de chocolate. Era su personal regalo a Jordi, que ayer entró en la etapa teen con sus 13 años.
Al final este invierno amateur está resultando más apacible de lo que parecía hace unas semanas. Eso sí, al amanecer las aguas del Shere aparecen heladas en los remansos umbríos de Chalkwood. Los patos continúan felices y engañados pensando que el invierno aún no ha llegado, aunque los guardabosques me dicen una y otra vez que seguro que lo peor está por venir y llegará con ruido y sin avisar. En fin, qué le vamos a hacer.
El crudo invierno es también una promesa de primavera. Necesitamos esperanza, siempre. Feliz año nuevo y saludos desde Waterbridge.
31 de diciembre de 2012, Alfriston Cottage
Waterbridge (Windmillshire- UK)
Alvin en acción. Nos costó tiempo y paciencia tomar la foto. Es muy tímida y desconfiada. |
El Shere a las afueras de Waterbridge. Los patos se rien del invierno. |
Un salto de agua en las proximidades de Townhill. |
Tengo que ver esos panes con los que Eva ha estado experimentando!!! A ver si sube las recetas y por supuesto, las fotos. A propósito de fotos, me encantan las que has subido, y las que subes siempre!!!
ResponEliminaQué chulada de ardillita!!!!
Un abrazo,
IDania
Pues a seguir disfrutando de los de casa y de los nuevos llegados...Feliz entrada de año¡!
ResponEliminaPetó
Qué lugar tan maravilloso para vivir. Y las fotos no son lo único evocador del post: el texto me ha encantado, yo misma me he imaginado paseando entre esos paisajes mientras lo leía. Enhorabuena!
ResponEliminaTu blog ha sido premiado en el mío! Pásate a recoger la foto :)
ResponEliminaUn saludo desde coeurdecuisine!
precioses les fotos com sempre, molt bon any tingueu!!!!
ResponElimina