Hoy ha llovido todo el día. Como cada año la lluvia ha traído el frío. El cielo ya se ha puesto el uniforme y no se lo quitará hasta dentro de seis meses. Algunas mañanas, al despertar, el termómetro nos abofetea implacable con 8 ó 9 grados sin derecho a réplica. Durante el día la cosa mejora aunque no demasiado. Y la lluvia, que está aunque no esté, es omnipresente en el aire húmedo.
Hace rato que oigo trajinar a Eva en la cocina. El aroma dulzón del domingo recorre todos y cada uno de los rincones de la casa. Imagino un plumcake en el horno y valoro las probabilidades de que sea así. Caigo en la cuenta de que muchos domingos fríos se parecen a otros domingos anteriores como gotas de agua. Es precisamente el frío el que te anima a disfrutar sin demasiadas exigencias de tonterías perfectamente inocentes. Pequeñas cosas, como limpiar la bandeja del outlook, una de esas tareas para las que nunca es el momento. Cosas fáciles, como pintar esa pajarera que albergará sus pequeños huéspedes en primavera. Ocupaciones ociosas que te hacen sentir propietario de tu tiempo. Leer la prensa, desayunar sin prisas, pasear a Guix, ayudar a Eva a preparar la comida del mediodía, cuidar el jardín, anotar tareas en la agenda, dar una vuelta por el Open Market, ver con Jordi una película con muchas palomitas... Felicidad a coste cero para tiempos de crisis, ya sabes.
Waterbridge languidece temprano con el aroma inconfundible de las chimeneas humeantes. Mientras, al otro lado de esos cristales iluminados alguien saborea en este preciso momento una exquisita taza de té.
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El Open Market es el último domingo de mes durante todo el día. |
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El Diner es visita obligada los domingos de Open Market. |
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Desde ropa de segunda mano hasta condecoraciones de la 2ª Guerra Mundial o vinilos de los 60. El Open es una gran oportunidad para encontrar joyas ocultas. |
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Los coleccionistas saben que pueden encontrar pequeños tesoros. |
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Maravillas vintage con la tecnología de otro siglo. |
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El tipo grandote de la izquierda es McMurphy. Su local es un clásico en Waterbridge. Nadie como él prepara el fish & chips. |
Hola Família guapa tu
ResponEliminaA mi estos mercadillos de cosas "antiguas", me vuelven loca, como disfrutaria yo aqui
mil petonets SUsanna
Hola, Susanna:
EliminaLos mercadillos de antigüedades son nuestra perdición. De hecho Eva y yo nos obligamos a NO ir porque enseguida se nos ponen "los dientes largos". Ahora que pienso, casi que nos podríamos dedicar a ello, por la de trastos que tenemos.
Saludos desde Waterbridge.
-Andy-
Buf!!! és que vaig llegint i ja estic al cosat teu, olorant aquest maravellos cake!:)) Aquests mercats em perden, entro i no se quan surto!, els rellotges, la nina, el fred, temps...tot m´agrada! Petonet gran.
ResponEliminaHola, Silvia: Vaya veo que has entrado en la atmósfera de ese domingo con todos los sentidos. Estamos muy contentos con esa entrada. En cierta forma creo que define muy bien mucho de lo que somos.
EliminaSaludos desde Waterbridge.
-Andy-
La vida en zapatillas...me encanta lo que has escrito, Andy. Lo he leído dos veces y me ha gustado más la segunda. Por cierto, las fotos magníficas. Edu
ResponEliminaCaramba, qué sorpresa verte por aquí. Pues cómo me alegra que te guste!. Ya sabes dónde encontrarnos.
EliminaSaludos desde Waterbridge.
-Andy-
Jopeta! Jo venia a donar-vos un premi Liebster, pero ja veig que ja heu rebut el premi, pero be, ara podreu presumir de tindre dos premis Liebster.
ResponEliminaPetons!
Hi, Pascu: Agradecemos tu gentileza. Lo cierto es que estamos sorprendidos y encantados. Esta semana apenas hemos podido atender el blog (cosas del trabajo, ya sabes) pero creemos que en breve podremos darle vuelo.
EliminaSaludos desde Waterbridge.
-Andy-
Vaya, es una alegría. Bien, además de agradecer tu gentileza habrá que ponerse manos a la obra. Supongo que esta semana podremos por fin respirar un poco. Hemos tenido días de mucho trabajo y teníamos el blog algo desatendido. Pondremos el otoño a punto.
ResponEliminaMuchas gracias de nuevo y saludos desde Waterbridge.
-Andy-