Dicen que el tiempo transcurre distinto en los meses de verano y si no es así nosotros hacemos que lo sea. Simplemente, nuestros biorritmos se acompasan de otra forma en esta época del año. Tranquilos, no vamos a caer en la tentación de los tópicos del estío. Sólo queremos compartir con vosotros durante unos minutos el pequeño placer de la mirada. Todo muy inocente, of course.
Estos últimos días hemos podido disfrutar de Chalkwood con la tranquilidad que supone no estar pendientes del reloj. Nos hemos perdido por sus senderos descubriendo rincones insospechados, lugares que están ahora igual que cuando Beatrix Potter dibujaba sus cuentecitos de Peter Rabbit. Pensamos que sería bueno que cada persona pudiese tener su propio Chalkwood. Anotadlo si no estaba en vuestra agenda. Vale la pena.
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| Es fácil imaginar a Alan Bates caminando por estos parajes en busca de la guapísima Julie Christie en "El mensajero". |
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| Moras y endrinas ponen ya la nota de color. Dentro de muy poco tendrán ese punto de madurez que las hace deliciosas. |
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| Eva, feliz y de vacaciones. Guix es muy coqueto y le gusta que le hagan fotos. Sabe perfectamente que su lado bueno es el izquierdo. |
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| ¿Dónde se esconden las hadas?. |
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| La sequía también se hace notar en Chalkwood. En primavera no llovió lo que debía. Hay más de un arroyo seco y algunas fuentes tienen un caño de agua mustio y ridículo. El Shere baja casi como una sombra. Dicen los granjeros que lloverá en una o dos semanas y todo se arreglará. |
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| Puedes pasear durante horas sin cruzarte apenas con nadie. |
Pues sí todo el mundo debería tener un lugar dónde poder pasear sus almas cansadas. Son unos paisajes preciosos que aunque secos, dan una frescura anhelada.
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